Ahora resulta que una región, con una población un poco más grande que Hospitalet o la misma que Valladolid tiene un parlamento con 33 escaños, consejerías, coches oficiales, guardaespaldas, funcionarios, viajes intercontinentales, sueldos de políticos, asesores, etc, etc, etc.
Y resulta que el presidente de esa autonomía de opereta, un tal Pedro Sanz, se queja de que Catalunya pida lo que es suyo . Sus palabras han sido "hace falta tener mucho morro para pedir y luego tengo lo que me de la gana, como televisión autonómica o embajadas", ya que "aquí todos tenemos la responsabilidad y tenemos que ajustar".
Curioso que siempre salgan las embajadas que, todas juntas, cuestan lo mismo que uno de los 150 institutos Cervantes que España mantiene por el mundo. Lo que debería cuestionarse es la existencia de La Rioja como autonomía. Si no hubiera sido por la epidemia de filoxera sería un desierto lleno de niños con bocio en el cuello...
Cualquier Priorat es mejor vino que el mejor rioja. Boicot a esos presuntos caldos agrios de La Rioja.
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